Culo para direcciones

Mackenzee y su hombre están perdidos. No se detiene y pregunta por direcciones, lo que hace que Mackenzee se enoje mucho. Sale del auto y termina sola y encuentra una tienda conveniente en medio de la nada. Ella exige al cajero que le dé un mapa, pero él encuentra su actitud muy grosera. Así que decide darle un mapa que lleve su enorme perilla directamente a su enorme trasero.